La osteoporosis es una pérdida de la densidad de la masa ósea, produciendo que los huesos se vuelvan porosos, aumentan de tamaño y falta de número las celdillas que se encuentran en su interior por lo que son más frágiles y propensos a fracturas.
El hueso es un tejido vivo que se encuentra en regeneración. Constantemente se elimina hueso, a lo que llamamos resorción ósea, y el hueso eliminado es reemplazado por nuevo.
A partir de los 30 años, la mayoría de las personas comienza a perder progresivamente más masa ósea de la que se reemplaza.
La osteoporosis tiene una mayor incidencia en mujeres posmenopáusicas aunque también puede afectar a hombres, adolescentes e incluso a niños.
Aunque es más frecuente en edad avanzada, ésta no es el único factor de riesgo para la osteoporosis. El estilo de vida, ciertas enfermedades e incluso ciertos medicamentos pueden provocar esta afección.
Habitualmente la osteoporosis en fases tempranas es asintomática, pero al perder un porcentaje importante de masa ósea se puede manifestar como:
Aunque es una enfermedad silenciosa, si presentas algún factor de riesgo puedes acudir con un reumatólogo, quien cuenta con distintas herramientas para un diagnóstico precoz.
El objetivo del tratamiento será prevenir la pérdida de masa ósea o combatir la osteoporosis.
Existen medidas generales que ayudan a mejorar la calidad del hueso como una ingesta adecuada de calcio, actividad física, llevar una dieta balanceada y mantener un adecuado peso.